“Arte en la Voz: El León de Oro de Luanco”.

(Jesús M. Piedra – 17 de Mayo 2006)

El 14 de mayo 2006 participaron 32 jóvenes asturianos en la XI Edición de las Primaveras Musicales Pejinas de Laredo, Ciclo Musical y Coral que está consolidado como el más interesante entre los de su clase en toda la Comunidad Autónoma de Cantabria. Este concierto conformaba el sexto acto de la programación que organiza la Coral Canta Laredo de la Villa Pejina, con el patrocinio de su Ayuntamiento.

El ver a un nutrido grupo de jóvenes disfrutando tanto de un canto coral que para los jóvenes de Cantabria y de otras muchas regiones de la geografía española resulta harto extraño, ya es una auténtica delicia. Pero cuando estos jóvenes tratan la música coral como parte de sí mismos, con toda la expresividad, frescura, valentía y la explosión de los sentimientos más profundos, y al tiempo con la delicadeza del que ama y conoce verdadera y extraordinariamente la Música como Arte supremo, no es raro, sino consecuencia, el que acabaran de ganar el VIII Gran Premio de Canto Coral de España 2006 en las dos modalidades de Polifonía y Folclore, Galardón que ya consiguieron en 2003 en iguales condiciones y que nadie ha superado aún.

El León de Oro, dirigidos magníficamente por Marco Antonio García de Paz, utilizan la técnica vocal de modo natural, con una emisión lineal aunque en absoluto plana, ausente de las oscilaciones y vibratos de la lírica, muy compenetrados con la modalidad de “oratorio” en su versión más auténtica, donde la voz destapa toda su gama colorista y las armonías verticales su riqueza de matices así como una gran contradicción simultánea, la presencia de contínua tensión junto a una absoluta serenidad, de las que arrancan sonoridades, motivos y sugerencias infinitas y todo ello impregnado de una afinación y un empaste insultantes, con una treintena de voces que lo mismo sonaban como cinco o como cien.

Por ello, la naturalidad cariñosa de “Y la luna me engañó” de Yagüe, destaca junto a la belleza desbordante con una seria complejidad no sólo armónica sino de factura de la obra de Whitacre “Leonardo dreams of his flying machine” donde son capaces de situarnos dentro del propio sueño volador de Da Vinci. O la polifonía más tradicional, “Vidi speciosam sicut columbam a seis voces de T.L. de Victoria, y Jauchzet dem Herrn (salmo 100) de F. Mendelssohn, esta con sonidos que recuerdan a un Haendel avanzado en el tiempo, o una obra actual con la que se presentan “O Sacrum Convivium” de un Profesor de Conservatorio de Bolonia llamado Morcino que parece sacada de aquélla época, y el contraste con ellas y consigo misma del Ave María de Bïebl que contiene tanto la monodía gregoriana más pura como la evolución polifónica de lo religioso en su estadio más elevado.

Y después de todo este disfrute que sería ocioso describir con palabras ni, incluso, oyendo una buena grabación, porque las sensaciones transmitidas en directo por el “León de Oro” no son comparables con nada conocido en el mundo de la Música, yo destacaría la manera de elegir e interpretar la música popular, tan denostada y maltratada en ocasiones y que aquí ha tenido su verdadero lugar colocada en una hornacina de lujo. Los “Cantos Asturianos” de Julio Domínguez –otro gran director de “Camerata” de Vigo, “Fariñona y Marañuelas” de Alcaraz, y “A tu lado” de Javier Busto o “No llores paloma mía” que sirvieron de propina y ésta, además, como regalo a nuestra música popular de Cantabria cuyo autor es Guillermo Martínez , joven miembro de este coro, y al que le auguré personalmente una gran carrera como músico y compositor. El auténtico sabor del saber popular regional, dignificado a la categoría de concierto de calidad como debe ser su verdadero sitio, con la aportación de los mejores compositores y las mejores hechuras tal como se merece.

No puedo terminar este comentario sin expresar directamente mi gran admiración al joven Director Marco Antonio García de Paz. En diez años ha podido construir un coro ganador, no sólo en España, y su conocimiento y formación instrumental y vocal puestos al servicio de la música coral arroja unos resultados que dejan pequeña incluso la brillantez. Formado desde la escolanía sus interpretaciones son realmente geniales y transmite la Música con gran facilidad, lo que es patrimonio de los mejores artistas. Por eso, tampoco extraña que recibiera el premio como mejor director en el XXVIII Concurso Coral Internacional «Prof. Georgi Dimitrov», celebrado en Varna (Bulgaria) en mayo de 2005.

Problemas y Soluciones al Canto Coral en Cantabria (05-05-06)

Análisis y soluciones para el Canto Coral en Cantabria – Anuncio de una nueva Asociación de Ciclos Musicales y Corales de Cantabria ante la dejadez de la Federación.

El pasado fin de semana se produjo en Laredo un acontecimiento que puede y debe significar el punto y aparte en el tratamiento de la Música Coral en Cantabria. Dentro de las Primaveras Musicales Pejinas se programó una Charla Coloquio con el tema “Presente y Futuro de la Música Coral en Cantabria”, en la que fueron ponentes cinco directores y un profesional de la radio impulsor y fundador de la Federación Cántabra de Coros.

Jesús Manuel Piedra, Director de Canta Laredo y Coordinador Artístico del Ciclo que organiza su Coral desde hace once años, hizo de introductor y señalando que este acto se configura como la continuación de los realizados en Agosto y en Octubre del pasado año en Santoña y Astillero, promovidos por la Coral Portus Victoriae y Voces del Pueblo, respectivamente, y los grandes problemas de la Música Coral requieren que se continúe insistiendo por este camino de análisis y denuncia. Lamentó no haber podido realizar un día de concierto dedicado únicamente a las escolanías y coros jóvenes de Cantabria, pues al disponer de ocho en lista, al ponerse en contacto constata que únicamente quedan tres en disposición de cantar, y además, algunos de los considerados como escolanías y de juventud sobrepasan con creces ciertos límites de edad pudiéndose considerar prácticamente como coros de adultos. También lamentó lo anunciado sobre la ausencia de representantes de la Federación Cántabra de Coros, afirmando que personalmente no les había invitado, pues no pintan nada en este Ciclo quienes suspenden la pequeña ayuda a estos Ciclos Musicales organizados por coros federados, que no tanto el montante de las ayudas (600 €) sino el hecho de denegarlas supone una falta absoluta de apoyo y respaldo a esta labor impagable de promover, impulsar y divulgar la Música en las diferentes localidades de Cantabria, que realizan generalmente coros de pueblos pequeños y por tanto con pocas posibilidades de poder escuchar una música y grupos diferentes a los que habitualmente comparten. Como una de las consecuencias de lo anterior, pero también de otras circunstancias, anunció que personalmente va a impulsar una Asociación de Ciclos Musicales y Corales de Cantabria, con el propósito de que todos juntos se ayuden tanto en el tratamiento de agendas de coros, subvenciones, trato con las administraciones, problemas comunes, divulgación, asesoramiento para nuevos ciclos, etc.

Tomó la palabra Alfonso Carlos Gómez, de RNE en Cantabria, quien con José Gómez Barros y José Antonio Ramos Vera, también de RNE, realizaron una gran labor de recopilación sonora desde hace quince años e impulsaron la fundación de la Federación Cántabra de Coros. Hizo un bello repaso desde las primeras culturas de música popular hasta la actual forma de canto coral, y el espacio amplio que abarcaron recorriendo los pueblos de Cantabria y realizando grabaciones a todo grupo coral que naciera. Puso marca a dos grabaciones por su especial significado, la sintonía de “Coros de Cantabria” original de Jesús Piedra y grabada con su entonces formación “Ochote Los Templarios” y la singular formación de un coro exclusivo de mujeres dirigidas por Luis D’Hers, para lamentar precisamente la desaparición de coros femeninos, de los Ochotes, y, como ahora nos sucede, de las Escolanías, cuando en nuestra historia coral han existido muy importantes, desde aquella dirigida por Carlos Labarta “Santo Domingo Savio”. Constata que cuando iniciaron las primeras grabaciones en los años setenta, los coros en nuestra Comunidad eran poco más que la docena, hasta llegar a la actualidad en que los alrededor de ochenta federados más otros grupos parroquiales o de otro tipo, por lo que en este momento Cantabria es un gran orfeón con muchos problemas de futuro. Porque si para optar a un premio de seis mil euros en el Festival de la Música Popular de Cantabria únicamente se presenten once formaciones corales, denota que algo raro pasa y que tanto Instituciones, como Federación, como los propios coros, tienen que poner las soluciones y ser los dinamizadores de la Música Coral. Y finalizaba su disertación diciendo que si tenemos músicos importantes y buena calidad en los coros, debiéramos, sin desaliento, volver a reconstruir, como los pájaros sus nidos después de una tormenta o una poda de árboles.

En su turno, Esteban Sanz Vélez, compositor y director del Coro Lírico de Cantabria (Coro de las Temporadas Líricas del Palacio de Festivales), desarrolló su idea entre un claro análisis y una sencilla solución. Manifestando abiertamente su opinión acerca de la baja calidad media de los coros en Cantabria, a pesar de que el gran número de los mismos, cercano al centenar y con una base de unos tres mil coralistas, pudiera hacer pensar lo contrario. Lo comparó con una pirámide truncada, donde existe una base suficientemente amplia, una zona media aceptable, pero sin una zona claramente superior, lo que es síntoma de que algo no se está haciendo bien y lo achacó a una serie de carencias como falta de planificación global a medio plazo, incluyendo la creación de cantera coral, con un número escasísimo de coros infantiles y juveniles; la falta de estímulos para la renovación de repertorio, incluida la ausencia de creación de repertorio autóctono de calidad frente a un habitual repertorio populista limitado en lo artístico y la ausencia casi absoluta de pautas de optimización general encaminadas a una formación permanente de cantores y directores, a la renovación de propuestas y a la captación y “educación” de públicos diversos.
Frente a todas estas carencias, Esteban Sanz propone la formación de un reducido equipo profesional de expertos que con un presupuesto suficiente a su disposición, establezca un plan con objetivos a medio plazo. Así, dicho equipo proyectaría un plan a cuatro años vista con diversas vertientes como formación, educación y captación de públicos, renovación de repertorio, contactos permanentes con compositores, creación de cantera promocionando coros infantiles y juveniles a través de aulas corales vinculadas a colegios e institutos, etc., y luego se encargaría de coordinarlo, supervisarlo y ajustarlo a lo largo del período fijado. Pasados esos cuatro años y con vistas al futuro, se debería hacer una pormenorizada revisión y valoración de los resultados obtenidos. Objetivos de los que este equipo técnico debería rendir cuentas.

La única mujer de esta mesa Justi Echevarría, Directora de la Coral de Los Corrales de Buelna, aportó una singular perspectiva, desde su experiencia en los últimos años en un programa de la Consejería de Educación. La realización de Talleres Formativos para los niños y jóvenes con el propósito de lograr un acercamiento a la música coral. Sus palabras emotivas sobre los primeros ensayos y los fracasos parciales, hasta el momento de la gran alegría de llegar a realizar un pequeño concierto de Santa Cecilia junto a la propia Coral, con algo menos de una veintena de niños, pero la enorme alegría después de unos veinticinco años en que no se oían voces blancas en toda la comarca de Buelna, que emocionaron profundamente a todos. Es una de las vías propuestas y que se van ampliando en Cantabria y que podría dar sus frutos en tiempo no lejano.

Continuó Felipe Sáinz, en la actualidad Director de la Coral “Portus Victoriae” de Santoña. Se encargó del tema sobre preparación de directores y coralistas. Contó diversas experiencias a lo largo de su vida como director, tanto de escolanías como de Coros mixtos e insistió en la absoluta necesidad de que el coralista vaya preparándose gradualmente en Lenguaje Musical y Técnica Vocal. La enorme discordancia de que cantores que tienen más de veinte años de pertenencia a coros, no tengan ni la remota idea de leer una sola nota. Afirmó la posibilidad de aprender a cualquier edad y condición y advirtió el problema del inicio de incorporación a un coro. Se prueba el oído, la voz, se le entregan partituras y si no canta antes de seis meses existe el temor de que se marche. Pero igual no está preparado para actuar. E insistió en el aprendizaje técnico del coralista, único modo de cambiar repertorios mucho más idóneos sin tener que repetir otros generales más populistas.

Jesús Carmona, director de la Escolanía Municipal Astillero Guarnizo y de otras tres formaciones más, estuvo conforme con todas las ponencias anteriores aunque la solución no la situó en tan medio plazo, proponiendo una serie de soluciones además de las que se habían sugerido. Nombró a los diferentes coros infantiles y juveniles de Cantabria constatando que en este momento no siguen más que cuatro y otros dos juveniles en proceso de reconversión en coro mixto. Afirmó la realidad de que las experiencias en coros infantiles son solamente periféricas, es decir, la ausencia absoluta en la propia Capital, aportó posibles soluciones como: Proyectos globales educativos del tipo de las Aulas Corales de León que proporcionó posteriormente una gran cantera de coralistas y músicos importantísimos en la zona de León luego exportado a Asturias con grandes éxitos, uno de los frutos el Coro “El León de Oro” dirigido por Marco García de Paz, alumno de aquellas Aulas Corales. Proyectos municipales del tipo de Escuelas de Música coral; preparación de coros infantiles completa, amplia y profesional, con una afirmación importante: En el tratamiento de la música para los niños, hay la general creencia que cualquiera puede servir. No es cierto; precisamente en este sentido se precisa de una altísima preparación, en mayor proporción que para otro tipo de coro. Además, la consolidación de un ciclo con comunicación del director con su coro y con compositores, la creación de nuevos repertorios, la concepción del concierto como espectáculo total, la conexión con el público, --con autocrítica en los modos y usos de los actuales coros con absoluta rigidez de postura y formas--, la relación con el folklore, con posibilidades de nuevas aportaciones, y encargo de obras a compositores para salir de la atonía y generalidad, evitando la repetición de las mismas obras.. etc., Y finalizaba diciendo que aunque la situación induce al pesimismo, sin embargo desde el interior de la propia música coral tenemos los mecanismos para reconducir la situación caminando hacia una nueva esperanza.

Cerró el acto Pedro Diego, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Laredo que patrocina este Ciclo. Manifestó que solicitó a Jesús Piedra la realización del concierto de escolanías que no ha podido ser y de este coloquio, -después de asistir al anterior de Santoña-, y agradeció a los asistentes sus aportaciones ofreciendo todo su apoyo para cualquier iniciativa en pro de la Música Coral.

(J. Sánchez de Miguel - www.cantabriamusical.com 05 de Mayo 2006)