LaredoMúsica y CantabriaMusical

Comentarios de Jesús Manuel Piedra y la web www.laredomusica.net y www.cantabriamusical.com dedicadas especialmente a la Música Coral de Laredo, Cantabria, España y el Mundo. Y el programa divulgativo de Radio Laredo 107.9 "Aprendiendo con la Música", Página de la Coral "Canta Laredo", Agenda, Conciertos, Lista de Coros y otros grupos de Cantabria, enlaces a partituras, grabaciones y webs de música.

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domingo, marzo 12, 2006

"6000 Jóvenes con la Música en Oviedo"


(Jesús Manuel Piedra – 11 Marzo 2006)
---Oir Programa de Radio con personajes de este Evento--

No sé si alguien dijo que quien se olvida de nuestros jóvenes se olvida de nuestro propio futuro. Por si a nadie se le ocurrió lo afirmo yo aunque estoy seguro que no es una idea original sino que está muy dentro de todos.

He tenido la suerte de colaborar en la Obra Espectáculo del musicólogo cántabro Gustavo Moral “MIMORIAS de una Orquesta”, en la parte técnica (regidor de video e iluminación) estrenada en el Teatro Campoamor de Oviedo en la segunda semana de Marzo y con seis sesiones, por lo que he podido disfrutar desde dentro de unas sensaciones íntimas e intensas de un proyecto musical ya hecho realidad, de una música extraordinaria, de un montaje fantástico, de unos artistas de primer orden y de ver a 6000 niños y jóvenes, reir, aplaudir, atender y entender una música que siempre creemos que no es para ellos: Vivaldi, Haendel, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert y Mendelsohn. Y esa respuesta que nunca me llega sobre cómo hacer que los jóvenes se incorporen al arte en estos tiempos, se está empezando a aclarar en mí, no sólo a través de esta obra sino también de otras que Gustavo Moral ya ha realizado como el “Vivaldi on the Rock” o el anterior que pude presenciar en el Palacio de Festivales de Cantabria “Mozart TV”. Porque la juventud de Gustavo Moral no es óbice a su constante trayectoria de experiencia educativa ni a su profundo conocimiento del Arte y de la Música, engalanados por la expresión del sentimiento, por dentro, y por la más bella estética, por fuera. Siendo así, que lo es, asegura un éxito rotundo en lo actual y en el futuro.

En “MIMORIAS de una Orquesta “ acabo de conocer al director PABLO GONZALEZ, 31 años, Ovetense de pro, que hace años vive en Londres donde dirige grandes orquestas, además de otras de Europa, (pondré los links en cuanto los tenga definidos). Conozco primero a la persona porque comemos juntos, y con Gustavo Moral que nos presenta, claro. Y a uno, que conoce a varios de sus colegas, le da la impresión de que es “una persona que pasaba por ahí…” , sencillo e inteligente y me da que muy trabajador. Pero al día siguiente soy testigo de su primer contacto con la Sinfónica de Oviedo. No os voy a decir hoy lo que suele pasar cuando un director se enfrenta –nunca mejor dicho- por primera vez a una orquesta. Y es cuando conozco al músico y director (Luego también le conoceré como actor). Y me tengo que descubrir ante su talento y no me extraña que se halle en ese alto nivel, advirtiendo que habrá de recordarse su nombre para un futuro no muy lejano. Aquí desprende, además de oficio, conocimiento absoluto de lo que está haciendo, minucioso trabajo previo sobre la música que van a interpretar, oído insultante, vivencia expresiva de la música y una ejecución impecable en la dirección. Puede parecer que exagero y nada más lejos de la realidad.

Durante la obra hay un personaje que juega entre la orquesta y el público. Es un “mimo” , o tendría que decir “una mimo”. Creo que está bien un mimo, porque CLAUDIA DE SIATO, aún siendo mujer, aparece como un ser asexual y multisexual que no contacta con la tierra. Es un ser de fantasía, que parece que vuela sin volar, que en la quietud se mueve y en el movimiento parece que estuviera quieto. Y hace que la música se haga más verdadera y cercana porque expresa, sin palabras, sólo con el más puro gesto de su cuerpo y la inexpresión abundantemente expresiva de su rostro cromáticamente blanco , lo que a la Música le gustaría decir además de lo que cuenta por sí misma, y sonido e imagen crean un envolvente círculo en un todo espiritual y físico en una unidad de dualidades sin fisura alguna. Todo esto lo consigue Claudia de Siato con una coreografía estudiada sin descanso, trabajo continuado, concentración sin límite y arte en estado puro, para poder sentir en todos los poros de su ser todas las notas, acordes, arpegios, dinámica, velocidad y ritmo de cada una de las obras musicales que interpreta, y la historia de cada compás, de cada frase, de cada sentimiento, cuyo flujo abundante tiene asimilado a torrentes, refluye hacia fuera magistralmente como “alma de todas las cosas” en un cálido y dulce movimiento gestual que consigue hacer fácil el entendimiento de sus complejos significados. Y los niños le entendieron perfectamente.

Y el mismo autor GUSTAVO MORAL haciendo de actor, observando y siendo observado por todos los niños y jóvenes que llenaron cada una de las seis representaciones. Como un “viejo” barrendero al que le dejan la responsabilidad de limpiar escenarios y atrezzos, del que nadie se acuerda pero siempre se le necesita, y que sabe como nadie la historia del teatro y de sus “habitantes”. Con la socarronería fina del que está de vuelta de las cosas, va hilando la presentación del espectáculo metiendo a los niños en el mismo y sin darse cuenta conocen a Mozart, Beethoven y a sus colegas, la historia de sus obras y de la Música, e igual, el día de mañana, recuerdan que existió un sordo genial que compuso una sinfonía de música maravillosa que trataba sobre algo de pastores en el campo, y alguno dirá que un “mimo” se lavaba la cara en el río, recogía cosas, se asustaba con la tormenta, comía y bebía, bailaba y cantaba, cuando el “mimo” ni se lavó la cara porque no había agua, ni recogía cosas, ni hubo tormenta en el teatro, ni comió, bebió o cantó, pues no hubo comida, ni bebida, ni se oyó su voz.

Quizá este fuera el mensaje que el autor pretendió. Que la Música pudiera quedar sellada en la mente y en el corazón de los niños como una ilusión permanente.

No olvidaré a otros protagonistas como los profesores de la OSCO (Orquesta Sinfónica de Oviedo) que a pesar del poco tiempo del que dispusieron para ensayos, obedecieron como debe ser al Maestro Pablo González y la Música que tocaron en sus 60 y tantos instrumentos sonó muy hermosa.

Y me quedé muy contento del equipo técnico del Campoamor. Sobre todo, y personalmente, tengo mucho que agradecer –ya lo hice allí- a José Luis y a Román, de Iluminación, con los que yo tuve que ver directamente, su profesionalidad sin límite y su ayuda absolutamente inestimable y necesaria en mi modesta labor.

Sin embargo, he querido entretenerme más con los protagonistas del evento, el autor/actor, el “mimo” y el director, porque fueron el fabuloso engranaje motriz de enganche del pequeño espectador (y de los grandes que estuvieron) consiguiendo una total implicación, con la dificultad que esto entraña en este público que a veces creemos simple siendo lo contrario, porque fundamentalmente es muy inteligente. La actuación de los tres, rayando la mayor genialidad en la más pura sencillez, fue motivo de una constante emoción en mi interior. Y en este momento les deseo lo mejor en su vida y en su obra, por ellos mismos y porque estoy seguro que también será bueno para todos, grandes y pequeños. Y además, porque son mis amigos y les quiero. ¡Qué caramba!

(Jesús Manuel Piedra – 11 Marzo 2006 - www.laredomusica.com )